Hola, soy Àngels, de pequeña era una niña traviesa y muy movida, me pasaba las horas peinando las muñecas y le cogía el neceser de maquillaje a mi madre.
En la adolescencia siempre me hacía peinados diferentes y llevaba un montón de pincitas en el pelo, me fijaba más en los peinados de las cantantes que en la ropa que llevaban.
Era buena estudiante y sacaba buenas notas, pero si me preguntaban que quería ser de mayor, lo tenía muy claro, quería ser peluquera.
Con 17 años empecé a trabajar en un salón de peluquería, compaginándolo con la academia.
Siempre quería aprender el máximo de los profesionales de los salones donde he trabajado y con 24 años tuve la oportunidad de quedarme el salón donde trabajaba, tenía mucha ilusión de tener mi propio salón.
Hice algunos cambios, pero nunca lo sentí como mío.
En 2018 tomé la decisión de cambiar de local, la búsqueda no fue fácil y tuve muchos dolores de cabeza y nervios por qué pasaría, hasta que lo conseguí y sentí que por fin tenía el salón que me representaba, un nuevo comienzo y volvía a tener la ilusión del principio.
Siempre he tenido muy claro lo que quería y he ido a por ello, eso me ha ayudado para que todas las clientas que pasan por mis manos se vayan confiando aún más en sí mismas y teniendo claro cuál es el look que buscan.
En este camino hace años que Marcel forma parte de mi equipo, es mi mano derecha y tiene superpoderes.
Con su sensibilidad te hace sentir tranquila, con su profesionalidad te da confianza y con sus manos te hace brillar.
